Las falenas

Abstract

Hacía ya un buen rato que Germán concentraba todo el frío en sus asentaderas. Al parecer, el municipio no estaba dispuesto a reponer los antiguos bancos de tablas. Quizás fuesen más baratos de cemento y sin respaldo. Aun así, cuando llegaba la primavera, los vio siempre entre las flores y los árboles, ocupados por gentes de todas las edades. Una gota pesada le mojó el labio reseco, pero Germán sabía que aquella gota no pertenecía al labio. Bajó desde la frente a reposar ahí y, otras, debilitadas en el transcurso de su caída por las mejillas y el cuello, se consumieron en su camisa… (Tomado de: http://www.vitalibros.cl/catalogo_web/colecciones/800/860/863/falenas.pdf ) (Fecha de reseña: 10/11/2015)