Memorias de una horca
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Memorias de una horca
Resumen
Una pobre horca, podrida y negra, relata algunas cosas de su vida. Pertenecía a una antigua estirpe de robles que ya en la antigüedad dejaba caer pensamientos para los griegos. Su familia era hospitalaria e histórica. Uno de sus hermanos fue convertido en tablado de payasos; el otro fue arrancado para ser cuaderna de la barca. El narrador, el más digno de lástima, acabó en horca. Su destino fue matar. Los hombres, con sus manos siempre cargadas de cadenas, de cuerdas y de clavos, ¡habían ido a buscar un cómplice entre los austeros robles! Ahorcó a un hombre, un pensador, un político defensor del bien y la verdad. Ahorcó a un hombre que había amado a una mujer, que había huido con ella. Su crimen era el amor, al que Platón llamó misterio y al que Jesús llamó ley. Ahorcó también a un ladrón; ese hombre era un obrero, un padre de familia, desempleado. Ahorcó a veinte. Todos los días, la horca, desesperada, pedía a Dios que la pudriese de repente. Por suerte, envejeció. Aparecieron las arrugas oscuras y el gran mundo vegetal, al percibir cómo se enfriaba, le envió su vestido de hiedra. El verdugo y los buitres ya no volvieron. Lleno de gozo y cubierto de musgo, el madero sintió cómo se diluía en la materia inmensa, como en un dulzor infinito. Murió en silencio; dejó en herencia a los hombres una cuerda podrida.
(Tomado de: http://labibliotecadeasterion.blogspot.com.co/2011/09/memorias-de-una-horca.html )
(Fecha de reseña: 05/10/2015)
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