Hay que aguantar a los niños
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Hay que aguantar a los niños
Resumen
Su nombre era señorita Sydley, de profesión maestra.
Era una mujer menuda que tenía que ergirse para poder escribir en el punto más alto de la pizarra, como hacía en aquel preciso instante. Tras ella ninguno de los niños reía ni susurraba, ni picaba a escondida ningún dulce que sostuviera en la mano. Conocían demasiado bien los instintos asesinos de la señorita Sydley. La señorita Sydley siempre sabía quién estaba mascando chicle en la parte trasera de la clase, quién guardaba una tirachinas en el bolsillo, quién quería ir al lavabo para intercambiar cromos de béisbol en lugar de hacer sus necesidades. Al igual que Dios, siempre parecía saberlo todo al mismo tiempo.
Tomado del texto original
Fecha de reseña: 29/10/2016
Editorial
Argentina Libros Taurus
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