La tercera mano
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La tercera mano
Resumen
Timothy no era un ser humano. Bueno, no del todo. En efecto, si en la definición del cuerpo humano tenemos que incluir los brazos y las piernas, Timothy no podía considerarse como tal, ya que carecía de estos miembros. Si en dicha definición tenemos que admitir que una persona está dotada de dos ojos, tampoco Timothy podía considerarse como un ser humano, ya que sólo tenía uno, e incluso este ojo estaba situado en una posición fuera de lo corriente: lo tenía más cerca de la oreja izquierda de lo que suele estar el ojo de un ser humano normal, y tres centímetros más bajo de lo usual en su enorme cráneo. Luego estaba su nariz. Carecía totalmente de cartílago. La única muestra de su presencia eran dos boquetes que desempeñaban el papel de los orificios nasales de un ser normal, situados más o menos en el centro de su deforme y huesuda cabeza. Luego estaba su piel, que era amarillenta como la cera, igual que algunas frutas artificiales, y rústica. Estaba recubierta de grandes e irregulares poros que parecían oscuros orificios tapados con sangre seca.
Tomado del texto original
Fecha de reseña: 03/08/2016
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