Balada de Caín

Abstract

Según tengo entendido mis padres se aparearon muy lejos ya del edén. Fui engendrado a pleno sol en medio del desierto y luego nací una noche de luna llena bajo un sicómoro. Mi llegada a este mundo fue coreada por los gritos y aplausos de una mona babuina mientras mi madre, a tientas en la oscuridad, se partía el cordón con los dientes. Ella tuvo que esperar a que amaneciera para verme el rostro y con la primera luz del día descubrió que yo traía una marca sagrada en la frente, un cero grabado entre las cejas. No supo interpretar esa señal, pero sin dudar nada me impuso el nombre de Caín, que en la lengua del desierto significa vida. O también: estoy vivo y soy forjador. Tomado del texto original Fecha de reseña: 28/06/2016