Jose Marti

Abstract

La labor política y literaria de José Martí está indisolublemente vinculada a su quehacer pedagógico. El magisterio en él fue perenne, siempre disfrutó inefable placer al trasmitir conocimientos y crear conciencia, es decir, en educar. Es común que se reconozca la condición de maestro en Martí, sólo por su actividad como líder político. Él fue y por la fuerza y la radicalidad de su pensamiento continúa siendo un gran educador, un educador de pueblos en el sentido de amor a la independencia nacional, a la patria, a la absoluta soberanía, a la dignidad plena del hombre. Es también maestro porque siendo adolescente comenzó a ejercer la docencia por períodos más o menos largos y nunca más la abandonó. Esta labor la realizó hasta los días cercanos a su muerte cuando en los campos de Cuba alfabetizaba con una cartilla preparada por él, al mulato dominicano Marcos del Rosario. Personas que tuvieron la dicha de ser sus alumnos, compañeros de labor. Documentos en que constan sus actividades docentes, notas, apuntes en las que hace referencia a esta tarea dan fe de entrega y constancia eminentemente propias del magisterio. La índole de sus propósitos lo llevó a innovar en lo que a métodos y procedimientos se refiere al asumir la enseñanza con heterogéneos y disimiles alumnos y en niveles desde el primario hasta el universitario. Entre el discurso y la praxis de Martí no existe divorcio, del mismo modo que se promueve porque la escuela forme hombres vivos utiliza en el aula té