Los colores perdidos
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Los colores perdidos
Resumen
Demenciano II, emperador de Salpicondia, se enamoró. Y se enamoró locamente, porque un emperador de Salpicondia nunca hace nada de manera normal. Demenciano paseaba en bicicleta por los pasillos de su palacio de Laxaria cuando decidió asomarse al balcón. Por el balcón vio un parque, y en el parque, sentada en un banco, a una
muchacha vestida de rojo. Llamó al primer ministro.
Tomado del texto original
Fecha de reseña: 20/09/2016
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