Conciencia ecosocial: Desafío para la construcción de una sociedad bioética

Abstract

Existen diversas formas de pensar la relación entre la naturaleza y el hombre, las cuales ofrecen distintas miradas sobre la vida, el mundo, sus ecosistemas y la posición del ser humano frente a ellos. Una de estas correspondencias es la relación de dominio, cuando el hombre quiere someter en su totalidad a la naturaleza, acorde con los intereses de su propia especie, al tratarla como fuente de recursos inagotables para su bienestar y la satisfacción de sus ambiciones, muchas veces desmedidas y desmesuradas. Otra forma de pensar, opuesta a la anterior, es la relación de subordinación, que es característica de los grupos ecologistas como Greenpeace y los movimientos políticos que forman parte de la corriente de los partidos verdes en el continente europeo y otros países del mundo. En sus expresiones más radicales, esta corriente plantea que el desarrollo de la humanidad debe frenarse a efectos de garantizar la conservación de la naturaleza. Esta posición defiende, de manera incondicional, la tesis de que la tecnociencia y el desarrollo científico son fenómenos cuyos elementos constitutivos son nocivos en la humanidad y, por lo tanto, deben ser detenidos. En otros términos, el hombre debe abstenerse de explotar la naturaleza y, además, someterse a ella al renunciar a las dinámicas propias del desarrollo humano.