La muerte dorada
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La muerte dorada
Resumen
La sala que se encontraba en el subsuelo de una vieja casa en el lado oeste de Nueva York presentaba un aspecto lúgubre. Las paredes estaban cubiertas de negro mortuorio y la alfombra tenía el mismo tono de muerte. La única iluminación provenía de las llamas humeantes de los candelabros de hierro forjado. El hombre conocido como el Halcón estaba sentado en una silla en forma de trono al final de una larga mesa. Estaba totalmente vestido de negro, desde la capucha de seda que le cubría la cabeza hasta los zapatos lustrados. Las manos, enfundadas en guantes de gamuza, descansaban delante de él curvadas como garras oscuras. Había hendiduras en la máscara y la luz titilante le iluminaba los ojos rapaces cuando giraba hacia Seminoff, su ayudante, que se hallaba de pie detrás suyo.
(Tomado de: Texto original)
(Fecha de reseña: 05/10/2015)
Editorial
Miquel Badia
Materia
Colecciones
Archivos
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