TI - Mucho por nada AU - Obligado, Pastor AB - La otra tarde pasaba una negra vieja, pero muy vieja, cargada de años y achuras, con un sucio atado de las mismas, y mendrugos, y virutas sobre las motas que sus muchos años blanqueaban, por el mentidero público, cuando al resbalar en una cáscara de naranja, cayó la infeliz largo a largo, midiendo con su flaca humanidad el umbral, sobre el que los desocupados de toda hora, así cortan sayas como arañan honras de cuantas pasan. El negrito que camina con las rodillas, permanente en la puerta de la Confitería del Águila, se agachó a levantarla, pero como dos marinos de tierra, perpetuamente anclados en aquel apostadero, y un otro oficial de caballería a pie, trataran de hacer lo mismo, este amontonamiento enredóse de tal manera, que no pudo impedir se empujaran unos con otros. Cayendo sobre ellos otros tantos pasantes de la vereda a la hora que más pasan. Atravesaron el jardín de enfrente, sin flores, que en veinte varas cuadradas exhibe más que cultiva Dordoni, y ya el grupo primitivo de cinco, diez, veinte personas, seguía aumentándose y creciendo y rebalsando el arroyo, sin saber los de atrás, últimamente llegados, qué había sucedido a los primerizos, ni lo que significaba tal enmarañamiento de negros y blancos, hombres y mujeres, civiles y militares, entre gritos y confusión… (Tomado de: Texto original) (Fecha de reseña: 20/12/2015) UR - https://biblioteca.inci.gov.co/handle/inci/11030 ER -