TI - La Eneida : en prosa AU - Virgilio Marón, Publio 70-19 a.C. AB - Eneas, príncipe de Dardania, huye de Troya cuando la ciudad fue tomada por el ejército aqueo. Entre su gente, van con él su padre (Anquises) y su hijo (Ascanio). Ante la confusión de la fuga Eneas pierde a Creúsa, por lo que regresa y la llama entre las ruinas de la ciudad. Esta se hace presente en forma de aparición y le pide que no vierta mas lágrimas por ella, ya que el destino le ha asignado otra consorte de sangre real (La Eneida, Libro II). Juno, esposa de Júpiter, rencorosa todavía con toda la estirpe troyana, trata de desviar la flota de supervivientes de su destino inevitable: Italia.7 Las peregrinaciones de Eneas duran siete años, hasta que, llegado el último, es acogido en el reino emergente de Cartago, gobernado por Dido (llamada también Elisa de Tiro). Por un ardid de Venus y Cupido, Dido se enamora perdidamente de Eneas y, tras la partida de éste por orden de Júpiter, se quita la vida maldiciendo antes a toda la estirpe venidera de Eneas y clamando por el surgimiento de un héroe vengador: de esta forma, se crea el cuadro que justifica la eterna enemistad entre dos pueblos hermanos, el de Cartago y el de Roma, que conduciría a las guerras púnicas. De camino a Italia, a Eneas se le aparece el alma de su padre Anquises y le pide que vaya a verlo al Averno: Eneas cede y, acompañado de la Sibila de Cumas, recorre los reinos de Plutón, y Anquises le muestra toda la gloria y la pompa de su futura estirpe: los romanos. Llegados por fin los troyanos a Italia, el rey Lati PB - Ediciones elalephcom UR - https://biblioteca.inci.gov.co/handle/inci/15205 ER -