TI - Nada es mentira AU - Fiorillo, Heriberto AB - Durante décadas la Literatura colombiana no pudo quitarse de encima la marca de fuego que dejaron “Cien años de Soledad” y las otras grandes ficciones del sistema planetario creado por Gabriel García Márquez. Evitar las insolencias de la imaginación, cultivar un lenguaje impersonal y neutro, ceñirse a la descripción fotográfica de la realidad. Todos esos empeños fueron vanos. Ya fuera porque el lenguaje de García Márquez se infiltraba contagioso, en relatos que se esmeraban en mantenerse a distancia, ya porque la comparación con García Márquez dejaba todas las otras ficciones en desventaja. El recurso providencial que permitió a los otros narradores colombianos encontrar el camino de la diferencia fue un moverse de género, desistir de la novela y frecuentar la crónica, aunque García Márquez también había dejado su huella en ese género. El último abrumador ejemplo fue “Noticia de un Secuestro”. El campo de acción era mucho más amplio porque permitía trabajar con el registro de lo cotidiano, el testimonio de lo marginal. La crónica es el único territorio donde combaten en almas iguales la realidad y la imaginación, la destreza verbal con el lenguaje voluntariamente descuidado. Tomado del prólogo del texto original Fecha de reseña: 16/01/2015 PB - Planeta UR - https://biblioteca.inci.gov.co/handle/inci/16970 ER -